¿Cuántos cimientos económicos tiene tu negocio? heza 5 marzo, 2019

¿Cuántos cimientos económicos tiene tu negocio?

Por: Edwin Hernández Lucatero
Gerente comercial de la división patrimonial de Heza Consultoría Integral

La mayoría de empresas mexicanas no cuentan con reglas establecidas para la sucesión de los propietarios, por lo que un accidente inesperado provoca dificultades para las que no siempre se está preparado, ¿cómo puedo prevenir esta circunstancia?

En México, el 99.8% de los negocios son PyME; más de la mitad de ellos no sobrevivirá el primer año, solo que el resto tiene una probabilidad de vida de casi 8 años. ¿Has pensado qué pasaría si, en ese intervalo de tiempo, llegas a fallecer? O, si tu negocio lleva más en el mercado, ¿por qué tirar por la borda tantos años de esfuerzo?

Aunque no lo creas, casi el 70% de los negocios familiares desaparecen después de que fallece el dueño (EL INFORMADOR, 2010), ya que no cuentan con ningún respaldo económico en caso de que eso ocurra, es decir, un seguro de vida. Nuestro país es uno de los que más carece de una cultura financiera enfocada en la prevención.

El dueño, el corazón del negocio
Cada negocio tiene sus ‘arterías’ que permiten que éste viva y siga creciendo; es decir, las ventas, la relación con los proveedores, los procesos operativos, la administración y la dirección. Si una de estas arterias falla, la vida del negocio corre peligro, y más de una de éstas están a cargo de un solo individuo: la persona clave o el dueño. Si la persona clave llega a faltar, el barco ya está en riesgo de hundirse, sin embargo, esto tiene solución ya que puede prevenirse.

No basta que los cercanos al dueño de la empresa estén en la operación para que el negocio subsista si él llegase a faltar. Es necesario contar con un plan de sucesión que esté respaldado, principalmente, por un fondo económico que permita subsanar la pérdida a través de diversas alternativas como capacitación, manutención temporal de los dependientes, o hasta el reclutamiento de un nuevo gerente/director. Se requiere de tiempo y recuperación para que el funcionamiento vuelva a la normalidad con alguien nuevo que toma las riendas de un negocio, además de que esta incorporación también implica desembolsos económicos.